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La evolución de la formación en control de hemorragias

En las últimas décadas numerosos incidentes intencionados, ya sean por atentados como Las Ramblas de Barcelona, Sala Bataclan, bus en Londres, estación de Atocha de Madrid o atropellos en Niza, o por hechos más aislados ocurridos en Francia, Holanda, Bélgica o Reino Unido de menor consideración pero con resultado de víctimas mortales y heridos por igual, han sacudido los países occidentales causando múltiples víctimas de diversa consideración, convirtiendo un lugar de paz en una zona de peligro tanto para ciudadanos como para equipos de primera intervención. Desgraciadamente, cada vez es más frecuente encontrarnos con víctimas por atentado terrorista, agresiones con violencia, etc. Esto, unido al creciente uso de armas blancas y de fuego, pueden producir lesiones potencialmente exanguinantes.

Dados los resultados obtenidos ante estos sucesos, es decir, a raíz del aumento de incidentes violentos en lugares donde no son frecuentes estos escenarios y donde resultan numerosas víctimas mortales y heridos/as, comienzan a nacer directrices y varias organizaciones con el fin de crear un nuevo consenso, así como protocolos de actuación ante estas situaciones de riesgo vital ya que, los hasta entonces métodos de trabajo no eran adecuados en cuanto a la atención a víctimas en un “entorno bélico”  inhabitual.

Nuestra visión sobre una hemorragia y de las técnicas para contenerlo ha cambiado considerablemente en los últimos tiempos, por eso debemos mantenernos al día sobre este tema. La medicina táctica se ha abierto  camino rápidamente en el entorno civil. Vivimos en una época en la que la experiencia militar de las últimas dos grandes guerras (Irak y Afganistán), ha propiciado en un nuevo aprendizaje. No debemos olvidar que la guerra es un gran referente para la medicina, entre otros campos.

Se crean ya hace unos años:

  • Tactical Emergency Medical Support (TEMS), la National Tactical Officers Association (NTOA) ha visto la utilidad de los algoritmos descritos por el Committee for Tactical Emergency Casualty Care o C-TECC por sus siglas. Según las últimas evidencias científicas, estas medidas sanitarias reducen el número de víctimas y ayudan a completar la misión de las fuerzas y cuerpos de seguridad.
  • Directrices basadas en la medicina táctica de combate militar según Tactical Combat Casualty Care (TCCC) y adaptadas al entorno civil o Tactical Emergency Casualty Care (TECC). La sanidad militar de los años 90 valoró la necesidad de modificar los protocolos de atención sanitaria en combate debido a que el manejo de heridos en el ámbito extrahospitalario no eran útiles ni viables en situaciones tácticas, por diferentes motivos. Este proceso de cambio consiguió reducir el número de bajas en combate.

  • El CONSENSO HARTFORD, creado el 2 de Abril de 2013, por iniciativa del Colegio Americano de Cirujanos y con la representación del FBI, fuerzas y cuerpos de seguridad, emergencias extrahospitalarias, militares, bomberos y expertos en el manejo del trauma grave, se reunieron en el Hospital Hartford (Connecticut), optimizando la respuesta a incidentes armados con múltiples victimas.

Son las recomendaciones del Consenso Hartford las que han dado un paso más en el ámbito de la medicina táctico-civil, al poner en primera línea a la sociedad civil como primer interviniente inmediato.

Algunas de las medidas recogidas dejaron patente su eficacia durante el atentado perpetrado el 15 de abril de 2013 en la maratón de Boston, EEUU, causando 3 víctimas mortales así como cerca de los 300 heridos. El reducido número de víctimas se debió principalmente a la rápida y efectiva actuación de los primeros intervinientes y testigos, es decir, los ciudadanos que se encontraban allí presentes.

Dada la importancia de estos resultados a nivel de asistencia sanitaria civil ante este tipo de situaciones, se crean en Estados Unidos campañas por organizaciones sin ánimo de lucro como STOP THE BLEED, formada por distintas entes de nivel nacional con el objetivo de divulgar los procedimientos para detener hemorragias exanguinantes por parte de los civiles, es decir, formación relativa al control de sangrado mediante presión directa, uso de torniquetes y empaquetado de heridas para reducir la tasa de mortalidad por esta causa.

El equivalente en España, “Evita una muerte, está en tus manos” a través de la web https://evitaunamuerte.es/, dispone de manuales de descarga gratuitos sobre el modo de actuación ante tirador activo. El autor de las guías y del proyecto es el gran profesional Juan José Pajuelo Castro.

La cultura norteamericana ha progresado hasta tal punto en el que, al igual que existen numerosos lugares de acceso público a desfibriladores, en los últimos años se ha añadido la de kits para el control de hemorragias en lugares como centros comerciales, escuelas…

Gracias a iniciativas como de la organización Stop The Bleed y su incursión en el resto de continentes, se abre camino la instrucción en sanidad táctica y el manejo de las hemorragias como parte de una formación similar a la RCP y al uso de un DESA.

Al igual que nombramos a empresas que comienzan a distribuir componentes para el control de hemorragias como son los agentes hemostáticos, vendajes especiales y torniquetes, también comienzan a proliferar los productos para la práctica en esta materia, (al igual que sucediera con Asmund Laerdal hace ya muchos años con los maniquíes de RCP), ya que hasta entonces no era viable poder realizarla salvo utilizando elementos caseros como cañas de lomo directas de la carnicería, tal cual.

Simulando cree en la formación de calidad para el instructor y el alumno, por eso apostamos en productos innovadores y con el máximo realismo para la formación en control de hemorragias.

One thought on “La evolución de la formación en control de hemorragias

  1. Enhorabuena por la rapidez de la entrega y por el trato recibido telefónicamente, di de se me informo y aclararon dudas, genial empresa y el material de primera calidad

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