En este apartado vamos a explicar cómo sujetar heridas, ya sean hechas por nosotros mismos o fabricadas.
En primer lugar, podemos utilizar micropro, un producto muy similar al esparadrapo. Es una cinta adhesiva hipoalergénica y libre de látex, suave con la piel y reduce la posibilidad de irritación. Tiene una buena adaptabilidad a sitios anatómicos complejos y su respaldo microporoso permite el funcionamiento normal de la piel y permite que la humedad se evapore. Mantiene su adherencia aún en ambientes húmedos y/o aplicaciones prolongadas en más de 72 horas. Normalmente se utiliza en color piel, también existe blanca, para fijar vendajes, cirugías y fijación de dispositivos en general.
Para sujetar la herida deseada, podemos cortar trozos de microporo de pocos centímetros de longitud, pegamos todos esos trocitos a los bordes de la herida y esta a su vez, la fijamos en la piel de la “víctima”.
Probablemente con este dispositivo no nos sea suficiente, por lo que podemos optar a usar otro producto adicional para una mejor adherencia, un adhesivo. Un adhesivo es una substancia capaz de sujetar o unir materiales por medio de una fijación superficial. El término adherencia es generalmente usado para referirse a la acción de que un cuerpo se una a otro, por medio de un adhesivo.
Un adhesivo es útil y adecuado cuando tiene el suficiente grado de permanencia, fuerza de cohesión, adhesión específica y resistencia física y química del entorno en el que va a trabajar.
El látex es un gran adhesivo, con el inconveniente eso sí que puede producir alergias. El látex se compone de partículas pequeñas de polímero curado, suspendidas en agua, al secarse, las partículas se sintetizan y quedan unidas gracias al calentamiento, que funde al polímero y mejora las propiedades físicas. La resina que produce una vez seca, es fácil de limpiar y retirar.
Comencemos por impregnar la herida de simulación con látex líquido, para ello usemos guantes y máscara para nuestra protección, ya que el látex no deja de ser un producto químico. Podemos usar un depresor lingual o similar para esparcirlo.
Procederemos a realizar la misma acción sobre la zona de la piel donde deseamos adherir la herida simulada.
Una vez seque totalmente el látex adhesivo, lo diferenciaremos porque cambiará de color blanco a totalmente transparente. Podemos utilizar un secador de pelo para que se seque más rápido.
A continuación adherimos la herida a la zona donde queremos que quede pegada.
Una vez tengamos la seguridad que ha quedado totalmente adherida, podemos terminar de maquillarla con equimosis o sangre a su alrededor o lo que más nos guste.
Es importante que una vez peguemos la herida de simulación a la piel, nos aseguremos de la transparencia del color del adhesivo ya que si no, no se adherirá correctamente. Si realizamos este procedimiento según hemos explicado, la herida puede tardar ciertas horas en despegar, aún realizando movimientos sobre esa zona anatómica del cuerpo, lo que nos permitirá tener la seguridad de no caerse a lo largo de nuestra instrucción.
Si no disponemos de heridas de simulación prefabricadas, podemos optar por fabricar nosotros mismos elementos de simulación de manera casera, con material asequible y fácil de conseguir. Como por ejemplo el poliuretano, componente que nos va a permitir fabricar elementos de forma totalmente artesanal. Tiene una gran finalidad de uso industrial, pero a diferencia de otras espumas, esta logra un acabado sin poros. Su fácil moldeo consigue que podamos crear objetos con la forma y tamaño que deseemos de una manera sencilla, solo hace falta paciencia y un poco de maña y creatividad.
Si utilizamos nuestra imaginación, podemos lograr grandes simulaciones, como objetos clavados u ojos colgando.